Serrad la jaula
Nos llena la boca. Y escupimos, como aspersores regando conversaciones, arengas, proclamas… Gritos de guerra con la farsa. Digna causa por la que partirse la cara. Pero no. Menos que palabras taladradas sin encarnar ya tan loable cruzada. Liberémosla de cotizar en bolsa en balsas que alcancen la costa. De pretensiones, de ser yugo, como genio de lámpara. Chiste sin gracia que debas ser tú liberada. Que quien no te comprenda no te llene de babas.